Al lado del camino,
encontré una guayaba,
me comí la mitad,
guardé lo que sobraba.
Y al abrir la mochila
de nuevo ahí estaba
enterita y redonda
mi querida guayaba,
me comí la mitad,
guardé lo que sobraba.
Y al abrir la mochila…
Al lado del camino,
encontré una guayaba,
me comí la mitad,
guardé lo que sobraba.
Y al abrir la mochila
de nuevo ahí estaba
enterita y redonda
mi querida guayaba,
me comí la mitad,
guardé lo que sobraba.
Y al abrir la mochila…
Aquí está el primero de mi serie de «Cuentos de nunca acabar». A medida que los vaya escribiendo, los publicaré por aquí (agrupados en su categoría).
Este es el cuento de la sardina
que nada en el río,
nada, nada, nada
y no se termina.
Este es el cuento del delfín
que va por el mar,
nada, nada, nada
y no tiene fin.
Me he planteado un reto que consiste en escribir y publicar en este espacio cuentos de nunca acabar, al menos, uno cada mes. Como se puede ver ya en la cabecera del blog, es un tipo de creación literaria que me gusta mucho leer, escribir y contar.
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